El poder de la gratitud

La historia cuenta que en el año de 1620 llegaron a este continente en un barco llamado Mayflower, un gran grupo de personas huyendo de la persecución religiosa en Europa.
Cuando ellos vivieron el primer invierno la mitad de ellos murieron. Los sobrevivientes lograron hacer amistad con un grupo de nativos, quienes les enseñaron como sembrar y cultivar en esta tierra, a cazar y criar fauna local y finalmente juntos y en amistad, compartieron de la primer cosecha en el otoño en el que los cristianos venidos de Europa enseñaron a los nativos de este continente a dar gracias a Dios por las bendiciones y agradecer por la nueva amistad.

Día de acción de gracias

Pero no fue sino hasta 1863, que el presidente Abraham Lincoln, lo instituyo como un día oficial el ultimo jueves del mes de noviembre. Curiosamente, siempre es el jueves antes del inicio del adviento o la temporada de la preparación de la navidad.
Hoy, cada año el presidente de los estados unidos firma la declaración del día oficial de acción de gracias.

El poder de la gratitud

Cuando hablamos de gratitud no podemos dejar de mencionar lo que las mamás nos enseñaron de decir gracias, pero la gratitud es mucho mas profundo que solamente un habito. La palabra gratitud tiene raíz en la palabra gracia y la gracia es algo que recibimos sin necesariamente merecer algo y por lo tanto nos es importante reconocernos como seres amados y con propósito.

Te pongo un ejemplo. Hace 34 años el médico me dijo que no me garantizaba la vida de mi esposo para el siguiente día. Su nivel de glucosa estaba en 782 y su colesterol en 494. Es noche, con mi hijo de 8 meses en brazos clame a Dios que por favor le dejará vivir. Te puedo decir, que gracias a Dios mi esposo hoy continua vivo. ¡Esto es gracia!. Por lo tanto damos gracias, seamos agradecidos.

La otra parte es el poder. El tener poder es el tener la habilidad de hacer, de decir, de pensar algo. Y todos, tenemos poder en alguna forma o medida.

Lo importante es descubrir que lo tenemos y saberlo usar.

Creo que como seres humanos, nos cuesta mucho trabajo usar el poder. Yo tengo una conferencia para ejecutivos que se llama “lideres intoxicados de poder”, porque generalmente pensamos en el poder como la facultad de estar en autoridad sobre otros.

Pero cuando sabemos usar el poder para examinarnos a nosotros mismos, para descubrir las cosas bellas aun en medio de aquello que nos puede ser doloroso, crecemos como seres humanos.

Fíjate que después de que mi esposo salió del hospital con el diagnostico de diabetes tipo 1, tuvimos que educarnos, aprender que no todos los diabetes son iguales y que el diabetes tipo 1 o diabetes juvenil como antes se le llamaba son personas que su páncreas esta muerto y que requieren insulina, en ese entonces solamente había insulina de cerdo. Sabes, yo me escondía para que el no me viera llorar porque me dolía verlo inyectarse 3 veces al día, y picarse los dedos para probarse la glucosa hasta 10 o más veces al día.

Uno de esos días en los que yo lloraba “mi tragedia”  Dios me recordó que yo aquella noche en la salita del hospital había clamado por gracia para mi esposo y El la había mostrado. Esto me permitió cambiar mi perspectiva. Me permitió usar el poder de la gratitud a Dios, por el desarrollo de la ciencia y cambie el llanto por agradecimiento por esa insulina de cerdo.

Si, la vida trae su cuota de dolor. A nadie le gusta sentir dolor, pero en muchas ocasiones, el dolor es fundamental para hacernos valorar lo que dábamos por seguro.

Sin embargo, así como el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Y es ahí cuando la gratitud puede ser un recurso extraordinario para superar situaciones dolorosas;

diabetes tipo 1

Tenemos la tendencia a pensar que nuestra vida o las circunstancias  deberían ser “de cierta forma”. Esos pensamientos crean una expectativa emocional que, cuando la contrastamos con la realidad, nos sentimos tristes, decepcionados, o enojados.

Son muchas las cosas que no podemos cambiar en la vida, ni mi esposo, ni yo podíamos cambiar que el sea diabético tipo 1, pero si podemos usar el poder de la gratitud para cambiar nuestra actitud frente a las circunstancias de la vida y dar gracias en todo tiempo.  

Y hoy te comparto lo que aprendimos a poner en  práctica y a enseñar a nuestras hijos y hoy a nuestros nietos con el ejemplo:

1.-Cuenta tus bendiciones actuales:

Escribe una lista, por escrito, donde enumeres todas las razones que tienes actualmente para sentirte agradecido. No dejes nada por fuera: puede ser algo muy importante, como contar con tu familia, pareja e hijos; estar saludable, contar con recursos para mantener tu salud y la de tus seres queridos. También enumera las cosas simples, las que siempre dejamos por fuera, como el agua tibia para ducharnos, la luz del sol, tu capacidad de leer y comprender este blog.

2.-Acuérdate de la prueba superada que ya viviste y da gracias:

Recuerda una circunstancia en tu pasado, que haya sido particularmente retadora. ¿Qué hiciste para superarla? ¿Qué aprendiste? ¿Qué ganaste de esa experiencia? Piensa en todo lo que has crecido, cambiado y transformado positivamente en tu vida, a raíz de esa dificultad. Agradece por tu capacidad de superar situaciones difíciles y piensa “Si he sido capaz de hacerlo antes ¡ahora también voy a superar esta crisis!”.

3.- Cuando estes en medio de las pruebas, de la dificultad, pregúntate

¿Qué descubro de mí en esta situación difícil? ¿En dónde esta la gracia (el favor no merecido) en esta situación?Qué el dar gracias no sea una tradición de una vez al año, sino un estilo de vida que surja de tu corazón todos los días.

Hay que ponerle acción al dar gracias.