La Navidad me deprime.

Hay una canción en ingles que me gusta mucho! que dice It's the most wonderful time of the year, en español dice "Es la época más maravillosa del año”.  

La canción habla de la Navidad, de las celebraciones, las reuniones, y en su mayor parte, estoy de acuerdo.

En mi opinión, la música navideña, y las decoraciones  es lo mejor que hay. Y es que desde niña mis padres, en especial mi papá así nos hizo la navidad, era un tiempo mágico, muy especial en casa. Un tiempo del cual guardo aún bellas memorias y lo mismo hicimos mi esposo y yo con nuestros hijos y hoy continuamos haciendo con nuestros nietos.

El jueves pasado Gamaliel y yo tuvimos la oportunidad de ir al programa de Navidad en el que participó nuestra nieta de 3 años. La música fue excelente, había coro de unos 30 a 40 niños de preescolar y juntos interpretaron selecciones desde música tradicional hasta rap. Había algo para que todos disfrutaran, ¡y lo hicimos!
La temporada navideña es la ocasión para una gran cantidad de celebraciones. Las familias y los amigos tienen la oportunidad de reunirse y disfrutar de la compañía de los demás. La oportunidad de dar regalos a nuestros seres queridos y de satisfacer los gustos de los demás puede traernos alegría. Las fiestas navideñas y las cenas navideñas nos hacen sonreír.


La celebración del mensaje del evangelio debe alegrarnos a todos. Y aunque cómo Coach esta palabra de “debe" o “debería" no es algo con lo que comulgo, en este caso la uso porque el mensaje del evangelio es un mensaje de amor al mundo que me provoca pensar .

¿Cómo no alegrarnos de tan hermoso amor?

Ese mensaje nos dice qué tanto nos amó Dios, amó al mundo, a los hombres, mujeres y niños, que fue capaz de dar a su Hijo unigénito.

Al creer en Jesús, podemos recibir el perdón de los pecados y el don de la vida eterna.

A pesar del motivo de celebración, no todos experimentamos estos días con gozosa anticipación. Por muchas razones, el tiempo navideño o la Navidad puede ser una fuente de tristeza.

Incluso los médicos, han notado un aumento general en las visitas por depresión o gente con síntomas de ataque al corazón, que no son otra cosa que un ataque de ansiedad.

Incluso y tristemente en las semanas posteriores al 25 de diciembre los reportes de suicidio también aumentan.

Las causas no son un misterio. Para algunos, la temporada es un recordatorio de los seres queridos que ya no están con nosotros. Para otros, las disputas familiares han resultado en el fin de las reuniones festivas que alguna vez fueron felices. Después de las fiestas, llegarán las facturas de los regalos y borrarán las sonrisas de muchos rostros.

En Navidad parece que estamos obligados a ser felices, pero para algunos estas fiestas es sinónimo de tristeza y provoca lo que se conoce como depresión navideña. Hay estrategias que te ayudan a enfrentar las fiestas con mejor ánimo.

La depresión Navideña no se considera un trastorno psicológico como tal, sino un síndrome o estado de ánimo negativo ante todo lo que se relacione con la Navidad.

¿Cómo podemos nosotros, como creyentes, prepararnos para enfrentar una decepción posterior a la Navidad?

Quiero darte algunas respuestas a esta pregunta.

Sigue leyendo.

1.- Creo que la respuesta se puede encontrar teniendo en cuenta algunas verdades en Filipenses 2:1 al 16.

Si enfocamos nuestra atención en Aquel que es el motivo de la celebración, podemos evitar ser decepcionados por todas las distracciones que nos afectan emocionalmente. He encontrado que las verdades en este pasaje son de gran ayuda incluyendo para los síntomas de la depresión navideña. Toma un minuto y considera lo que la escritura dice y que te dice a ti.

2.- Procura no consumir muchos alimentos altos en azúcar y carbohidratos.

La curva de la glucosa en tu sistema te provocará altas y bajas en tus emociones y mayor sensación de apetito. Al final, el aumento de peso también te puede provocar emociones desagradables.

3.- Date de voluntario en algún comedor a la comunidad o en tu iglesia local.

La Biblia dice que es más bendecido dar que recibir y cuando damos a los demás, nuestro corazón se alegra.

4.- Ve a tu alrededor y agradece por lo que sí tienes.

La actitud de gratitud te permite ver las bendiciones en tu vida, desde la gente que sí está contigo, la salud que si tienes, las cosas materiales que sí tienes y sobre todo, que tienes vida.

5.- Sal a caminar o hacer algún tipo de ejercicio.

Ejercitarte oxigenará tu sistema y producirá en tu cuerpo químicas necesarias para sentirte bien. Encuentra lo que más disfrutes: nadar, correr, bailar, o practicar algún deporte.

6.- Busca motivos para reír.

Cuando ríes segregas endorfinas, la química de la felicidad. Cuando ríes, mejora tu sistema inmune y disminuye el dolor físico y emocional. Así que busca a alguien con quien reír, ve una película cómica o busca videos que te provoquen soltar dos o tres carcajadas.

7.- Duerme durante la noche.

Toma siestas durante el día y toma baños de sol por lapsos de 20 minutos (con protección solar).

Estoy segura que esta navidad podrá ser una navidad en la que puedas tener más empatía hacia a aquellos que no ven este como “El mejor tiempo del año”, ya sea porque extrañan a quien murió, o porque no están en su país de origen, o por problemas familiares o económicos. Sea cual sea la razón, podrás compartir del amor de Dios con ellos.

Y si al leer mi blog te identificaste como alguien que no disfruta de este tiempo o quizá lo disfrutaba pero hoy tiene dificultad en hacerlo, ahí tienes una lista de 7 propuestas para ti que estoy segura te serán de gran utilidad al ponerlas en practica.

Pero sobre todo y en todo, únete en comunión con Dios.

No hay mejor lugar o práctica que ésta.

"Les digo todo esto para qué encuentren paz unidos conmigo.

En el mundo, van a sufrir; pero tengan valor:

yo he vencido al mundo. "

Juan 16:33